Hoverboard

Hoverboard patinete electrico

Esta tabla de dos ruedas es más fácil de utilizar de lo que pudiera parecer a simple vista. El hoverboard permite ejecutar un desplazamiento muy intuitivo y es un dispositivo autoequilibrado. Estos dos factores permiten una naturalidad de movimiento y una estabilización bastante destacables.

El desplazamiento sobre el hoverboard depende de la inclinación de los tobillos. Este parámetro es el recogido por la tabla para desplazarse en todas las direcciones posibles, incluyendo giros cerrados. Por lo tanto, el balanceo del cuerpo y la aplicación de fuerza no son necesarios para movernos con este patinete eléctrico.

Hay que tener especial cuidado al subirse y al bajarse del aparato. La sensibilidad del hoverboard puede jugarnos malas pasadas si no tenemos cuidado en estos dos momentos destacados.

La velocidad máxima que pueden alcanzar estos tipos de patinetes eléctricos es de unos 20 km/h, no obstante, son aparatos que alertan al conductor cuando se superan los 15 km/h.

La velocidad deberá moderarse mucho más cuando nos encontremos en exteriores, sobre todo, en superficies irregulares. Los baches provocan que no controlemos del todo el movimiento de nuestro tobillo, pudiendo desestabilizarnos con mayor probabilidad.

Por ello, estos patinetes eléctricos no son recomendables para transportarnos por la ciudad y en exteriores, sino para desplazarnos en lugares llanos y cerrados, como puede ser un aeropuerto, un centro comercial, una oficina amplia, etc. Por último, su batería tiene una autonomía máxima de 20 kilómetros, es decir, idéntica a los patinetes eléctricos ya nombrados.

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